DERMATOLOGÍA PEDIÁTRICA
En INDERMA somos expertos en dermatología pediátrica y con especial vocación para trabajar con niños. Damos una respuesta específica a todas las patologías dermatológicas del paciente infantil.
Somos especialistas en dermatología pediátrica
La dermatología pediátrica es una rama especializada de la dermatología que se enfoca en el diagnóstico y tratamiento de trastornos cutáneos en niños, desde recién nacidos hasta adolescentes. Los dermatólogos pediátricos están capacitados para abordar una amplia gama de afecciones de la piel que afectan a los más jóvenes, desde condiciones comunes como el acné del lactante y las erupciones del pañal, hasta enfermedades más complejas como los eczemas recurrentes y la dermatitis seborreica. Además de tratar enfermedades cutáneas, los dermatólogos pediátricos también están involucrados en la prevención y educación sobre el cuidado de la piel en niños, promoviendo hábitos saludables que contribuyan a la salud dermatológica a lo largo de la vida.
Dermatitis atópica infantil
En INDERMA somos dermatólogos especializados en dermatitis atópica infantil con amplia experiencia en su manejo.
Tratamiento de la dermatitis atópica infantil
La dermatitis atópica es uno de los problemas de la piel más frecuentes de la infancia. Puede afectar hasta un tercio de los niños menores de 10 años. Con la edad los brotes van desapareciendo, hasta desaparecer en la mayoría de los casos. El síntoma principal es el picor, que puede ser muy invalidante, dificultando la conciliación del sueño de los niños y puede acabar repercutiendo en su calidad de vida de forma importante.
Es necesario realizar un adecuado diagnóstico y tratamiento de la dermatitis atópica. Es fundamental explicar muy bien a los padres cómo debe cuidarse la piel con tendencia atópica, ya que un buen manejo de la piel con cremas hidratantes y productos de higiene específicos es clave. Además, la identificación de los factores desencadenantes de los brotes, permite poder evitarlos, para favorecer la disminución de la frecuencia e intensidad de los episodios de eccema.
MOLUSCOS CONTAGIOSOS
En INDERMA somos dermatólogos especializados en moluscos contagiosos con amplia experiencia en su tratamiento.
Tratamiento de moluscos contagiosos
La infección vírica conocida como moluscos es común en la infancia, y los niños con dermatitis recurrente son más propensos a padecerla. Los moluscos pueden desaparecer por sí solos, pero pueden tardar más de 1 año en desparecer. Por esta razón, en muchos casos, se recurre a tratamientos para evitar la propagación de las lesiones. El enfoque terapéutico se personaliza teniendo en cuenta la extensión, ubicación y edad del paciente. Se pueden utilizar diversas opciones de tratamiento, como tratamientos tópicos (hidróxido potásico, cantaridina, imiquimod) pinchar la lesión y extraer su contenido, curetaje, láser o crioterapia, siempre bajo la supervisión de profesionales especializados en pacientes pediátricos.
VERRUGAS VÍRICAS O PAPILOMAS
Las verrugas están producidas por el virus del papiloma humano, que infecta a las células de la piel. Este virus induce que las células de la piel se multipliquen más rápidamente y que aparezcan las típicas lesiones verrugosas que pueden afectar las manos, los pies o cualquier parte del cuerpo.
Tratamiento de verugas víricas o papilomas
Las verrugas en los niños suelen desaparecer sin tratamiento en unos meses o en unos años, sin embargo, puesto que pueden extenderse a otras partes de la piel o contagiar a
otras personas, es recomendable realizar tratamiento. Existen múltiples tratamientos y a día de hoy, no existe ninguno que muestre superioridad sobre el resto. Entre los distintos enfoques terapéuticos podemos encontrar la aplicación diaria de productos que contienen queratolíticos y antiproliferativos. Este método es indoloro, se aplica en casa durante varias semanas y, si realiza de forma adecuada, se obtienen muy buenas respuestas. Otro tratamiento es la crioterapia (congelación) o la eliminación de la verruga mediante bisturí eléctrico o tecnología láser.
MANCHAS DE NACIMIENTO
En INDERMA somos especialistas en dermatología pediátrica y manchas de nacimiento podemos ayudarte a conocer su origen y establecer un pronóstico para determinar su tratamiento.
Tratamiento de manchas de nacimiento
Existen múltiples tipos de manchas de nacimiento y son lesiones muy frecuentes en la población general que no suelen implicar un problema de salud en la mayoría de los casos. En cualquier caso, es necesario conocer su origen y establecer un pronóstico para determinar si precisa o no tratamiento, así como el momento idóneo para aplicarlo.
Resolvemos tus dudas sobre las manchas de nacimiento
Las manchas de nacimiento se clasifican en dos grandes grupos según su origen.
- Por un lado existen las manchas de nacimiento vasculares, que están asociadas a malformaciones o anomalías en los vasos sanguíneos de la piel. Algunas de estas lesiones
son los hemangiomas de la infancia y la malformaciones capilares, mancha salmón o la mancha en vino de Oporto. - Por otro tenemos las manchas de nacimiento pigmentadas se deben a alteraciones en
los melanocitos, las células encargadas de segregar la melanina que da color a la piel,
el pelo y los ojos. En este caso hablamos de los lunares de nacimiento (nevus congénitos), manchas café con leche, mancha mongólica y lesiones hipopigmentadas o vitíligo infantil.
IMPÉTIGO
En INDERMA somos dermatólogos especializados en impétigo con amplia experiencia en su manejo.
Tratamiento del impétigo
El tratamiento del impétigo requiere la administración de antibiótico. En el caso de lesiones localizadas es posible tratar sólo con antibióticos en crema, si las lesiones son más
extensas o no responden a la cremas se puede requerir tratamiento con antibiótico oral. Además, en algunos casos, en los que los brotes son repetidos, es necesario detectar la presencia de portadores asintomáticos de S. aureus en zonas reservorio como la nariz, que puede ocurrir en los mismos pacientes o en sus familiares, y tratarlo también.
Resolvemos tus dudas sobre el impétigo
El impétigo es una infección cutánea generalmente causada por dos tipos de bacterias: Estreptococos del grupo A o Estafilococos aureus. Se transmite por el contacto directo entre personas y es muy común en niños en edad escolar y es más frecuente en niños con piel sensible, en los que su barrera cutánea está dañada y pueden producirse con mayor facilidad sobreinfecciones.
Se manifiesta clínicamente con la aparición de costras amarillentas que recuerdan a la miel (costras melicéricas), que pueden evolucionar a erosiones superficiales. En algunos casos es frecuente la aparición de ampollas. Aunque cualquier área de la piel puede resultar afectada, suele manifestarse en brazos, piernas y rostro.